Por Ramón Esparza Díaz
Los trastornos de la tiroides, una pequeña glándula ubicada en la parte frontal del cuello, afectan a millones de personas en México y en el mundo. Sin embargo, especialistas advierten que su impacto no se limita a quien los padece, sino que también repercute en su entorno familiar, laboral y social.
De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, al menos el 10% de la población adulta podría presentar alteraciones en la tiroides, siendo el hipotiroidismo y el hipertiroidismo los más comunes.
El hipotiroidismo, caracterizado por una producción insuficiente de hormonas tiroideas, suele pasar desapercibido en sus primeras etapas. Sin embargo, provoca un conjunto de síntomas que deterioran la calidad de vida: cansancio extremo, aumento de peso, depresión, estreñimiento, infertilidad y deterioro en la memoria, entre muchos otros.
Una carga invisible para las familias
Carlos Herrera, esposo de una paciente con hipotiroidismo, relata que la enfermedad cambió la dinámica de su hogar:
“Mi esposa empezó a sentirse agotada todo el tiempo, subía de peso sin razón y tenía constantes cambios de humor. Yo pensaba que era estrés, pero después confirmaron que tenía hipotiroidismo. Como familia hemos tenido que adaptarnos a sus tiempos, apoyarla en los tratamientos y asumir el costo de los medicamentos, lo que nos ha obligado a reorganizar nuestra economía y nuestras rutinas.”
El testimonio refleja lo que especialistas llaman “carga invisible”: los familiares asumen responsabilidades adicionales, desde acompañar a consultas médicas hasta lidiar con los cambios de ánimo y la disminución de productividad del paciente.
Síntomas y efectos del hipotiroidismo
Síntomas físicos
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Cansancio extremo y somnolencia
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Aumento de peso sin explicación
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Piel seca y uñas frágiles
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Caída del cabello
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Hinchazón en cara, manos o pies
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Intolerancia al frío
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Voz ronca
Síntomas emocionales
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Irritabilidad
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Tristeza persistente o depresión
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Ansiedad leve
Síntomas cognitivos
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Lentitud mental
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Problemas de concentración
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Pérdida de memoria reciente
Impacto en el ámbito laboral
La Secretaría de Salud señala que un diagnóstico tardío también genera consecuencias económicas. Quienes viven con hipotiroidismo no tratado pueden experimentar bajas constantes en su rendimiento laboral, ausentismo y, en casos graves, incapacidad parcial o total.
“Muchas personas llegan a pensar que solo están deprimidas o estresadas, y dejan pasar años sin atenderse. Esto no solo deteriora su salud, sino que también afecta a sus equipos de trabajo y al desempeño de las empresas”, explica la endocrinóloga Claudia Ruiz, del Hospital General de México.
El llamado a la detección temprana
El mensaje central de los expertos es claro: el problema de tiroides no solo afecta a quien lo padece. Detectarlo y tratarlo a tiempo es clave para evitar complicaciones. Campañas de concientización promueven que cualquier persona con síntomas persistentes se realice análisis de sangre para medir los niveles de hormona tiroidea.
Además, asociaciones médicas hacen un llamado a reconocer que el impacto de la enfermedad es colectivo: “Cuando un miembro de la familia se enferma, todos participan en el proceso. Es fundamental brindar apoyo emocional y acompañamiento en el tratamiento”, puntualizó Ruiz.










